Un poco de historia
El calçot se obtiene a partir de una variedad de
cebolla. la cebolla es uno de los cultivos mas antiguos de nuestra cultura. Su
origen se suele situar en Oriente Medio pero es conocida desde antiguo por las
culturas mediterráneas, por ejemplo en el antiguo Egipto.
Sobre el origen del calçot hay varias versiones pero la más conocida es la que atribuye el invento a Xat de Benaiges, un campesino que vivió en Valls (Tarragona) a fines del siglo XIX. Xat de Benaiges puso un par de brotes de cebolla al fuego y descubrió casualmente un plato que a principios del siglo XX ya se había convertido en habitual en muchos hogares del pueblo de Valls y sus alrededores.
Sobre el origen del calçot hay varias versiones pero la más conocida es la que atribuye el invento a Xat de Benaiges, un campesino que vivió en Valls (Tarragona) a fines del siglo XIX. Xat de Benaiges puso un par de brotes de cebolla al fuego y descubrió casualmente un plato que a principios del siglo XX ya se había convertido en habitual en muchos hogares del pueblo de Valls y sus alrededores.

El nombre de "Calçot" viene del hecho de que en su cultivo
se amontona tierra sobre los brotes que crecen de la cebolla inicial
("calçar la tierra sobre la planta"). Esto se hace para conseguir un
tallo blanco de unos 20 a 25 cm.
Su producción
El
"calçot" es cada uno de los gajos de las cebollas blancas y dulces
cultivados. Para conseguir "calçots"
necesitamos
diversas etapas, primero se siembran las semillas de la cebolla blanca a
principio de primavera.
Cuando ésta ha germinado y ha crecido, se arranca y se guarda. A finales de verano se vuelve a plantar aquella cebolla que habíamos guardado, esta vez de forma que sólo quede medio enterrada.
Cuando ésta ha germinado y ha crecido, se arranca y se guarda. A finales de verano se vuelve a plantar aquella cebolla que habíamos guardado, esta vez de forma que sólo quede medio enterrada.
A medida que
crece la planta, se tiene que ir calzando, es decir, rodeándola de tierra. Los
"calçots" se recogen preferentemente entre los meses de diciembre y
abril.

Actualmente
está constituida la Indicació Geogràfica Protegida Calçots de Valls como
respuesta a la demanda de los productores de conseguir un reconocimiento
adecuado a la calidad del producto.
La calçotada

También se ha convertido en
un hito social donde grupo de amigos especialmente en las zonas más rurales se
juntan alrededor de la brasa donde se cuecen los calçots y las carnes. Todo ello acompañados de los
vinos y cavas de la tierra.
El calçot en Gipuzkoa
Es un producto que comienza
a consumirse fuera de Catalunya, aunque de momento de manera no muy extendida.
En Donostia los podemos degustar en el Restaurante Ali i Oli de Martutene,
donde los ofertan especialmente los fines de semana y en temporada. Los calçots
son asados en la propia brasa que se encuentra en el comedor del local.


Por cierto, que este lunes
13, el Espai Catalunya ha organizado una calçotada de comienzo de temporada en
la que invita a sus principales amigos y colaboradores.
El impulso de algunos restauradores de espíritu emprendedor, la generalización del vehiculo particular y algunas gestiones salidas de las instituciones municipales de Valls permitieron que, sobretodo a partir de los años sesenta, innombrables personas de todo el país vinieran a Valls cada año para hacer la popular calçotada. Mas recientemente, no solo se ha extendido el prestigio sino que se producen calçots en varias zonas del pais i restaurantes de toda partes incluyen la calçotada en su oferta gastronómica.
El calçot de Valls recibió el año 1995 la denominación de calidad por parte de la Generalitat de Cataluña. El año 1996 se constituyó el consejo regulador de éste ámbito geográfico; Alt Camp, Baix Camp, Tarragonès y Baix Penedès. Valls es sin duda el orígen de la cultura de la calçotada y por ése motivo sus calçots son de gran calidad teniendo en cuenta su tierra climatología y varios factores que afectan al cultivo de la hortaliza.
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